sábado, 28 de julio de 2007

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sábado 28 de julio de 2007


CHRISTOPHER TOSELLI, ARQUERO DE LA SELECCIÓN SUB 20


"Siempre he querido ser el mejor"



La estrella de la selección sub 20 no tiene nada de estrella. no maneja autos caros, Vive en una sencilla casa en Lo Barnechea, es hijo de padres separados, de pequeño quería ser goleador y no arquero y hoy su cábala es vestir de amarillo, igual que Morón. de sus sueños y de sus planes, habla el nuevo niño maravilla del fútbol nacional.
POR LUIS MIRANDA VALDERRAMA
FOTOS: JOSÉ ALVÚJAR






Christopher Toselli por fin está a salvo. El bus de la selección chilena ha llegado al complejo deportivo Juan Pinto Durán –lugar de entrenamiento y concentración de las selecciones de fútbol– y los jugadores se bajan uno a uno. Toselli viene con el buzo rojo oficial y un gorrito de color crema. Acaba de tener un recibimiento similar al que tendría un héroe de guerra: gritos, cánticos, besos y todo el mundo queriendo tocarlo. La sub 20, que consiguió el tercer lugar en el mundial de la categoría en Canadá, acaba de regresar a Chile. Pero ahora Toselli ya está con sueño; muerto por el vuelo desde Canadá hasta Chile. Basta por hoy. Desde este momento, y según lo acordado, los jugadores quedan liberados de toda exigencia y responsabilidad deportiva en la selección. Ahora vuelven a pertenecer a sus familias.Benjamín Toselli, su padre, lo ha estado esperando desde hace varios minutos. Está a un lado de su auto, aparcado frente a la primera cancha de entrenamientos del complejo. Toselli camina unos pasos y lo ve. El padre espera en soledad al hijo porque la madre, Gladys Ríos, está recibiendo a su hermana que también llegó desde Canadá, en el aeropuerto. Benjamín se acerca a Christopher y se abrazan. Es un saludo largo, en silencio. Ninguno de los dos es muy bueno para decir grandes discursos y sólo atinan a mantener el abrazo y palmotearse las espaldas.–Hijo, te felicito –le dice su padre."Siempre he querido ser el mejor", confiesa Christopher Toselli poco después a "Sábado". "Mi papá siempre me lo inculcó desde chico. Trabajar para llegar a ser el mejor en lo que uno haga. El fútbol y mi familia han sido siempre las cosas más importantes en la vida. Aún soy chico, pero el deseo de ser el mejor está desde niño, cuando uno aún no sabe lo que va a pasar en el futuro. Y en este mundial demostré que voy por buen camino".Cara redonda, rasgos de niño, cuerpo de grande. Así se ve Toselli y por esa razón caló hondo. De hecho, salvo por el pelo terminado en la clásica "pichanguera" futbolística, Christopher perfectamente pasa por un estudiante universitario o un tipo que trabaja, o simplemente es un muchacho de casi 20 años que no encaja en el perfil de futbolista actual: ropa apretada, autos lujosos, pelo teñido y discotecas como segundo hogar. Toselli no tiene tatuajes y maneja un pequeño Chevrolet Corsa blanco. Su madre lo despierta todos los días con desayuno en la cama. Christopher no parece un jugador de fútbol y, sin embargo, siempre lo ha sido.Ha vivido toda su vida en una sencilla casa en Lo Barnechea. Es una construcción de ladrillos, dos pisos, pareada, antejardín, un perro Cocker Spaniel. En el living cuelgan varios cuadros hechos por los dos hermanos de Christopher (Dartinella, licenciada en artes visuales, de 26 años, y John, publicista, de 30). En una mesita lateral hay varias fotos familiares."Puede que sea una historia conocida, pero mi hijo nació pateando una pelota de fútbol", cuenta su madre, Gladys Ríos, dueña de casa. "Lo suyo siempre fue eso. Él destruía como seis pantalones y tres pares de zapatos al año por estar jugando en el colegio. Usted no sabe cuánto vidrio tenía que comprar por este niño, porque rompía ventanales, mamparas, los vidrios de las garitas de vigilancia. Para él, la vida siempre ha sido su familia y una pelota de fútbol".el capítulo más duroPero sus comienzos no fueron debajo de un arco. A Toselli, el "Pelado" –como lo conocen sus amigos–, le gustaba hacer goles. Durante su niñez alternó ambos puestos. En su primer colegio, el Pedro de Valdivia de Las Condes, consiguió campeonatos y premios como el más goleador. Su familia lo observaba. El pequeño Christopher sentía el placer por el juego. Cuando grande no quería ser otra cosa que futbolista. Su padre, Benjamín, empresario y dueño de una firma de head hunters, fue quien lo instó al deporte. Llevaba todos los fines de semana a su hijo a jugar a la antigua casona de Las Condes y, de hecho, fue el primero en advertir que el futuro de Christopher estaba debajo de los tres palos."La primera cosa que recuerdo haberle comprado a Christopher, a parte de una pelota, fue un equipo de arquero. Era amarillo, como el de Daniel Morón. Mi hijo se lo puso y fue feliz. Y mira como son las cosas de la vida, Christopher jamás lo había conocido y creo que ni siquiera lo vio jugar. Y tiempo después, cuando llegó a la selección juvenil, el entrenador de arqueros fue Morón. Mi hijo tomó ese color como propio. Y cuando vistió en el mundial de amarillo, el equipo jugó notablemente. Esa es una de las cábalas que tiene mi hijo".Su nacimiento no estaba contemplado, pero para su madre "fue la luz que llegó al hogar". Estudió en el Pedro de Valdivia hasta segundo medio. En ese momento, según cuentan los padres, en el colegio le hicieron ver que si quería seguir allí, debía dejar de entrenar en las tardes. Toselli y su familia se sintieron en una encrucijada. Pero decidieron abandonar el colegio y matricularlo en el Lo Castillo, donde le respetaron sus entrenamientos y giras."Los profesores y mis nuevos compañeros me ayudaron en todo para seguir y no tener problemas con mis estudios ni en el fútbol", recuerda el arquero.El fútbol es democrático, lo juegan todos. Pero es un hecho que las principales figuras salen de los barrios más pobres. Existe un hambre diferente que se une al talento y que forja a los que quieren llegar a ser algo. En el caso de Toselli, aquello no corresponde. Su familia no ha tenido problemas económicos mayores y la vida del muchacho ha sido acomodada. Sin embargo, cuando comenzó a jugar en equipos –primero en el club Sirio y luego en la UC–, jamás se sintió discriminado ni menospreciado por los demás."Nunca he tenido problemas con el tema de las diferencias sociales", explica. "Sé que el fútbol es popular, pero acá todos somos iguales y no se hacen diferencias. Alguna vez me dijeron, cuando chico, 'Ricky Ricón' o me molestaban por la plata, pero en tono de bromas. En el fútbol uno no es mejor que otro porque su familia tenga dinero. Uno es mejor por el talento y el esfuerzo. Eso siempre me dijo mi papá".La vida de Christopher ha transcurrido con calma. Quizás el capítulo más difícil en su vida fue la separación de sus padres, cuando era un niño. "Pero traté que mi hijo no olvidara jamás a su padre. Siempre lo fui a ver a la casa. Lo acompañé y no lo he dejado solo. Es más, pienso que he estado más presente ahora que antes", cuenta Benjamín Toselli."Yo era muy chico cuando mis papás se separaron", recuerda el futbolista. "Pero no fue tan terrible. Igual lloré por lo que pasó, porque me dijeron que mi papá se iba a alguna parte que yo no sabía y obvio que me dio pena. Pero no me afectó demasiado: él siempre nos ha ido a ver y come con nosotros. Entre mi mamá y mi papá siempre ha habido una buena relación, por lo que la familia se ha mantenido unida".Su madre, Gladys Ríos, va más allá:"No afectó en nada, a mi entender. Benjamín es el padre más presente que he conocido. La relación de él con sus hijos, y con Christopher en especial, es excelente. Nunca los ha dejado de lado. Compartimos comidas, vacaciones. Igual es una familia. Si bien no está completa, tampoco está destrozada"."No puedo estar alegre"Estadio Nacional de Canadá, Toronto. Chile jugaba su tercer partido del Mundial sub 20 ya clasificado a la segunda ronda contra Austria. El arquero no había tenido sobresaltos, no había sido figura ni villano. Simplemente los rivales no lo habían exigido en nada. Pero esta vez las cosas fueron diferentes. Allí despegó del suelo y comenzó a ser la estrella más importante de la selección en un torneo que resultaría histórico."En un almuerzo, durante el verano, mi hijo dijo que sería el mejor arquero del mundial, que sería una figura", recuerda su madre. "Lo dijo en tono de broma. Y cuando jugó aquel partido supimos que estaba hablando en serio".A partir de ese momento, la prensa chilena y extranjera se fijó en él. Luego de ese encuentro, donde sacó pelotas de gol y evitó que Chile perdiera el invicto, Toselli fue sinónimo de seguridad, solvencia y calidad."Yo tenía confianza, a mí me gusta sacrificarme y trabajar, sabía que en el mundial iba a tener un buen rendimiento y ese partido me dio la confianza", cuenta Christopher. "En el puesto de arquero juega uno solo y el resto debe esperar. Por eso trabajo. La primera vez que me probé en la UC fue como atacante y no me dejaron. Después vine como arquero y quedé. Y desde allí trabajé siempre, sin parar, hasta lograr las cosas que me he propuesto".Esa ética, y el trabajo colectivo de la selección, le permitió a Toselli consagrarse en el mundial y obtener un título no despreciable: se convirtió en el arquero con mayor tiempo invicto en la historia de los mundiales sub 20, con 492 minutos sin recibir goles. Con su actuación y trabajo pudo bancarse los malos momentos deportivos y las críticas, como el ya célebre comentario radial que realizó Sergio Livingstone en enero pasado, cuando en pleno torneo sudamericano juvenil clasificatorio para Canadá evaluó a Christopher de ésta manera: "Toselli es una plasta envuelta"."Fue curioso eso de Sergio, pero ya pasó", cuenta Benjamín, su padre. "Una vez, en un sudamericano sub 17, Christopher jugó contra Colombia e hizo un partidazo. Toda la prensa colombiana lo alabó y uno de los periodistas más antiguos de ese país dijo: 'nació el nuevo Livingstone'. Y luego vino este comentario... A mi hijo eso no le digustó, porque a él jamás le ha importado lo que digan los demás. Si hace bien las cosas, está tranquilo. Si las cosas resultan mal, es el primero en reconocerlo".Por ese motivo Toselli regresó contento aunque no feliz. Lo que pasó en el mundial, y el tercer lugar conseguido, lo dejó medianamente conforme. Pero él esperaba la final, el título, la consagración como el mejor equipo y el reconocimiento como uno de los jugadores más importantes del torneo."No sabes lo que sentí cuando vimos la final del mundial. Cuando nos dimos cuenta de que los checos y los argentinos estaban jugando a nada, más me dio rabia, porque nosotros fuimos los culpables de no llegar a la final. El tercer lugar fue para la gente, pero nosotros queríamos, yo quería, llegar a la final y ganarla. Por eso no puedo estar muy alegre, por eso me lo tomo con tranquilidad y mesura, porque no conseguimos lo que fuimos a buscar"."ahora las cosas dependen de mí"Cancha de entrenamiento del club Universidad Católica. Un día después del regreso a Chile, Christopher se pone a disposición de su club y debe olvidarse de vacaciones y de días libres. A la salida de la práctica, niños de la rama de fútbol de la Católica se sacan fotos con el arquero.El mayor referente de Toselli es otro arquero: el argentino José María Buljubasich, portero titular y el hombre que con su rendimiento ha privado al joven de debutar como profesional. Sin embargo, es el hombre al cual Toselli ve, sigue y admira."Mirá, es un excelente chico", dice el Tati. "Ataja muy bien, tiene buen físico, excelentes condiciones, potencia en sus piernas. Y ahora es el momento en que él debe tener más tranquilidad que nunca. Un arquero se forma con tiempo, con trabajo. Christopher es educado, tranquilo, respetuoso. Yo soy enemigo de pronósticos. Él hizo un gran mundial, pero ahora debe seguir adelante. Evitar que todo lo que vive lo desequilibre. Es muy joven. Ojalá él sea el mejor arquero de Chile, del mundo, que juegue en el Milan, en los mejores equipos del planeta, pero para eso, y lo sabe, debe trabajar y trabajar".Toselli posa con todos, firma autógrafos a quien se lo pida y sonríe. Durante estos días, Christopher es la estrella. Y se lo toma con calma. Atiende a la prensa; dice una y otra vez lo mismo, que está muy contento, que el futuro se lo tomará con tranquilidad, y que agradece a la gente por todo."Estoy orgullosa, feliz, emocionada", reconoce Gladys. "Nosotros sólo hemos querido que haga lo que desee. Ojalá que su vida sea el fútbol, pero, ¿sabe? Me gustaría que mi hijo tenga una carrera profesional. Él se matriculó en Ingeniería en la Universidad Mayor, pero tuvo que congelar por el mundial. Todos sus amigos tienen estudios superiores y me gustaría que no perdiera ese mundo. No le pido que saque su carrera en cinco años, que sea en ocho si quiere, pero es algo que creo debe conocer".Toselli acaba de dar un paso. Ya no es un niño, tampoco es un joven. De hecho su padre se lo dijo apenas llegó: antes del mundial era uno y ahora es otro. En su tranquila vida ha llegado el momento de enfrentarse a nuevas responsabilidades. Es el momento de decidir por uno y otro camino. O es el mejor arquero del planeta, como es su sueño, o sólo se convierte en un recuerdo para las estadísticas."Todo lo que he hecho es para mi familia. Siempre me ha dado su apoyo", dice. Y añade: "Ahora las cosas dependan de mí".

miércoles, 25 de julio de 2007

Noticias de Toselli en diarios


Me dediqué a revisar los diarios
y aqui les dejo los links....
para que vean las últimas noticias de Toselli
a la llegada a nuestro país....

LUN:

http://www.lun.com/

(pág. 16 completita para él)


LA CUARTA:

A punta de voladas, Toselli se transformó en rompecorazones




En cada triunfo deportivo aparece un emblema del mijito rico. Pasó con Tito Fouillioux en el '62, con Luka Tudor en el '87 y con el Seba Rozental el '93. Y para qué hablar del Chino Ríos número uno o los campeones olímpicos, el Nico y el Feña.
Por eso en esta selección tampoco podía faltar el guapetón. Vidal pintaba para ese galardón, pero es muy agrandado.
Sánchez también ganó porotos, lo mismo que el Mathi Vidangossy o Jaime Grondona. Pero por los palos picó fuerte el portero Cristopher Toselli, que con sus atajadas se ganó el cariño y la admiración de las calcetineras.
"Es que tiene carita de tierno", decían todas al suspirar por el cruzado, que tuvo que aguantar los chillidos con un "guachito carnudo" incluido.
En todo caso les decimos a las trepadoras que lo dejen tranquilo,
porque el cabro tiene polola y sólo le interesa atajar el corazón de su amada.

martes, 24 de julio de 2007

Bienvenidos


Hola!
he creado un blog dedicado a Toselli
espero que lo apoyemos no solo ahora, sino siempre...
espero que ayuden, envíen ideas, noticias, curiosidades, etc
el correo es: toselli.sub20@gmail.com
el flog es: http://www.fotolog.com/toselli19
y el grupo msn (que aún o se sabe si sigue o no)
http://groups.msn.com/CristopherToselli

saludos
chau